La noche del 18 de agosto de 2013, el cometa Rose cruzó el cielo de la ciudad de Barcelona, ofreciendo un espectáculo que no volverá a producirse hasta dentro de varios siglos. Esa noche hubo 567 historias de amor, yo te contaré 6.

La historia nos sitúa en Barcelona con 6 historias que tienen un nexo en común, el amor. Sus diferentes fases se encuentran entrelazadas por el anhelo de este en unos casos y por los entresijos de él en otros.
La fotografía es parte importante de la cinta, no sólo descubrimos el motor que mueve a los personajes, sino que hacemos una pequeña inmersión a grandes rasgos de la ciudad.
Elegancia y derroche de talento en las diferentes cataratas de planos y miradas personales trasladan emociones al espectador y le descubren sus vidas. Hay un buen trabajo en el casting y por parte de los actores, pero el talento del director convierte lo simple en eficaz. Sabe captar los momentos y recrearlos con suma delicadeza, cargando de la intensidad justa y necesaria.
Tenemos amor adolescente, amor gay, amor con predictor y amores platónicos. La metáfora del cometa es indicativo de que el amor, si esperas, pasa y sólo te queda admirarlo.
La música de Joan Dausà adereza la cinta con el ritmo necesario para convertirla en magnética y profunda, como si de un enamoramiento se tratara.
No creo que haya visto una comedia pastel, más bien un film hecho con buen gusto, con diálogos dinámicos y con la sensación de que el entretenimiento en este tipo de historias, es posible.
NOTA: 6,7
LO MEJOR: La belleza de sus imágenes y los actores, 95 minutos de gozo visual.
LO PEOR: Hay algún altibajo, algún diálogo prescindible.
Leer critica Barcelona, noche de verano en Muchocine.net
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