miércoles, 30 de abril de 2014

Carmina y Amen

 
 
 
Tras la muerte repentina de su marido, Carmina convence a su hija María de no dar parte de la defunción hasta pasados dos días y así poder cobrar la paga doble que tenía pendiente. Durante esos dos días esconden el cadáver y disimulan su duelo en la cotidianidad de un bloque de pisos de un barrio humilde de Sevilla
 
 
A la batuta el "novato" Paco León, que tiene poco de principiante y al que muchos ya consideramos el "nuevo Almodóvar" pero con matices y cargado de crítica social, de lo que adolece en los últimos tiempos mi querido Pedro. Pero comparaciones a parte, hay que destacar la progresión de Paco en la dirección y el enorme talento que atesora. Muchos tenemos la imagen del Luisma (serie tv), pero si algo ha demostrado la familia León es que como él dice en sus entrevistas, son gente con suerte. Es decir, todo lo que hacen se convierte en éxito.
 
 
 
Si en la primera entrega se nos presento una Carmina Barrios en todo su esplendor, en esta segunda entrega se nos muestra la Carmina que tiene claro lo que quiere y como lo quiere. Que vive la vida con alegría, sin pesadumbre, dando sabios consejos y sabiendo hacer felices a los que le rodean.
El tema de la muerte en clave de humor negro se convierte en el eje principal del film, lenguaje soez y coloquial, a pecho descubierto se nos descubre la vida después de la muerte. Una muerte que puede resultar balsámica, ya que cambia vidas y las dota de una belleza inusitada.
Durante dos días cubren su duelo de la normalidad que la muerte nunca acontece. Su pesadumbre se aloja en sus casas y los vestigios del dolor se volatilizan en el ataúd que le espera a Antonio, el marido de Carmina.
 
Son 100 minutos de lenguaje desaliñado, de guiños a la sociedad que siente, que tiene problemas comunes con personas auténticas, la humildad se viste en la familia León como si de cualquiera de nuestros barrios se tratara. Hay unos 20 minutos que navega en la lentitud de los sentimientos y para muchos puede resultar tedioso, para mi es el proceso natural de las emociones, crecen y decrecen.
Hay un guiño Hitckockniano propio de los grandes, los que saben hacer guiones para entretener, los que manejan los tempos de las historias, los que aman el cine.
Mi publicación nº50 debía ser de cine español, porque yo sé que en este país el buen cine existe y está en buenas manos, gente que busca hilar fino y dar un giro a lo que conocemos. Iniciativas como la de estrenarla de manera gratuita, muestran la sensibilidad a la situación actual, las ganas de llegar a los espectadores y sobretodo el darle valor a lo nuestro. Hay vida después de Torrente y sobretodo hay arte, creo que es hora de empezar a valorarlo y dejar de criticar, yo soy más de valorar y dar oportunidades. Porque señores/as hacer cine en un país que desprecia la cultura es para muchos una tortura.
Porque innovar es arriesgar, hacen falta más familias León que se dejen la piel por mostrar lo que mejor saben hacer, así que todo el mundo al cine, hace falta reír.
 
NOTA:6,5
LO MEJOR: La aparición de Yolanda Ramos, le da la frescura necesaria
LO PEOR: El film parece por momentos, una oda al tabaco, entendible a lo largo de la historia.
 
 
 
 
 
 

 

1 comentario:

  1. Felicidades por tu blog. Me gusta como enfocas los comentarios, la frescura que transmites en ellos, en algunas líneas descubro a un crítico dispuesto a dar su apoyo incondicional a un cine español desprovisto de "suerte". Ayer vi la película y la nota que le das me parece la adecuada, porque quizás eso 20 minutos tediosos de los que hablas le restan ese pequeño incremento que yo le hubiera dado, a mi se me hicieron largos. Eso si... los primeros planos de la mirada de su hermana, de las lágrimas cayendo por esos ojos claros regalos de la familia León, es captador, El director lo sabe y saca partido, Maravilloso.

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